Del 12 al 16% de los menores entre 5 y 7 años escolarizados en España son rechazados por sus compañeros. En muchas ocasiones, la disimilitud conduce al desagrado y al rechazo. A corto plazo, este rechazo provoca daños emocionales como soledad y bajo rendimiento académico; pero si el rechazo se cronifica, se relaciona con problemas como depresión y ansiedad, e incluso problemas de conducta y abandono escolar, entre otros.

En Kokoro soñamos con una sociedad de la que todas las personas se sientan parte y en la que sean valoradas tal y como son.

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